De vez en cuando la vida
tira piedritas contra mi ventana
y entonces, calmo, casi ecuánime, diría,
abro de par en par las celosías
transparentando los secretos
que el confidente no debería.
De vez en cuando la vida
tira piedritas contra mi celosía
cuidando de no herir con su gesto
mi rostro rígido o mi sonrisa,
pero cómo permanecer impávido
casi yerto, cuando la piedra
es la lápida con tu rostro,
con tu vida, diría, esculpida.
De vez en cuando la vida
tira piedritas contra mi ventana,
tira piedras, diría, contra ella misma.
.